El deber de dar una información veraz .......

A diario los medios de comunicación, la clase periodista, apelando a la "libertad de expresión" y al libre ejercicio de su profesión, atropella (según mi parecer) innumerables derechos, al menos con el mismo valor que el que les habilita a ellos.

Uno de ellos es el deber que tienen de dar una información veraz, cuyo correlativo es nuestro derecho a recibirla.

En muchas ocasiones, la transmisión de informaciones no contrastadas afectan a los principios constitucionales al honor, intimidad, propia imagen...... sin que el deber de rectificación posterior subsane el daño producido.

No quiero extenderme, pues hoy el motivo de mi comentario, al hilo del desgraciado accidente del vuelo de Spanair, de esa tragedia que ha truncado muchisimas vidas, sueños, ilusiones, ..... ha segado de cuajo familias enteras, ha llevado el dolor y la tristeza a muchas personas ..... es el de hablar, siquiera sea someramente, del deber de información vs morbo.

Reproduzco un comentario de opinión aparecido hoy en "PÚBLICO".

El significado de llegar hasta el fondo
MARCO SCHWARTZ


Desde el pasado miércoles, cuando se produjo el terrible accidente del avión de Spanair, se ha hablado y escrito con abundancia -en muchos casos con exageración morbosa- de ese sentimiento íntimo que denominamos dolor. A medida que transcurran los días, como ocurre siempre en las tragedias, la jurisdicción del dolor se irá reduciendo, en proporción directa a la cobertura informativa, hasta circunscribirse al entorno familiar y de las amistades más próximas. Lo que hay que evitar es que la investigación del siniestro siga la misma lógica que la atenuación social del dolor.

Sólo el conocimiento a fondo de lo ocurrido contribuirá a minimizar la posibilidad de otra tragedia, y para ello es preciso llegar al fondo de los hechos. En este terreno desempeñan un papel fundamental la justicia y la política. El primer paso, lógicamente, consiste en averiguar las razones técnicas de lo ocurrido y establecer el grado de responsabilidad de la compañía Spanair. Pero las indagaciones no deben acabar ahí. En ese sentido, la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, tendrá una magnífica ocasión, cuando comparezca el viernes en el Congreso, para explicar a la ciudadanía el mecanismo de inspección de las aeronaves por parte de la Administración pública, más allá de las revisiones que hacen las propias compañías privadas.

Los datos que lleva aportando al menos desde hace dos años el sindicato de pilotos Sepla son inquietantes, por decirlo de manera contenida. En estos tiempos de compulsiones neoliberales, en que las compañías tradicionales han dado paso a un entramado complejo de subcontratas y trabajos out-sourcing es más necesario que nunca que la ministra precise si las denuncias de los pilotos son fundadas y, en ese caso, establezca las responsabilidades pertinentes y explique qué medidas se adoptarán para garantizar a los usuarios el máximo de seguridad en sus viajes. Llegar hasta el fondo de la investigación consiste, en suma, en buscar la máxima protección del ciudadano en un mundo en el que los resortes de control público están cada vez más debilitados.


Considero que el ejercicio de la profesión periodística, el cometido de los medios de comunicación, debe procurar, además de la transmisión de información veraz y contrastada, huir del morbo. Con excesiva frecuencia (en mi opinión), se saltan holgada y ostensiblemente los límites, para entrar en el imperio de la morbosidad más deleznable. Dolor - morbo, morbo - información, circo macabro. Micros, grabadoras, cámaras, ..... ávidas de las imágenes o manifestaciones más crudas.

Esto no es información, esto es morbo.

Entrada del Diccionario de la Real Academia Española

morbo.

(Del lat. morbus).


1. m. enfermedad (‖ alteración de la salud).

2. m. Interés malsano por personas o cosas.

3. m. Atracción hacia acontecimientos desagradables.


No creo que eso sea tolerable, no comparto que eso sea esencial para el ejercicio del derecho a la libertad de expresión.

Y el respeto ?

Y el dolor ?

Y la tristeza ?

Y la intimidad ?

Y el derecho a no ser molestado ?


Me parece bien, es un decir, que se pasen siete pueblos cuando se trata del circo de la farándula, de aquéllos que viven a costa de las exclusivas, de las fotos de "pilladas" (adrede), .......

Me parece despreciable que se juegue con el dolor a costa de ese derecho a informar libremente.

Y claro que hay que llegar al fondo, por supuesto.

Para ello existen instituciones, entre ellas la judicial, cuyo deber es el esclarecimiento de los hechos y la determinación de responsabilidades.

Mientras tanto, sobran las conjeturas, las hipótesis, ...... fáciles, todas aquellas que puedan crear más confusión y dolor.

Creo que va siendo hora que en este ámbito las cosas se digan por su nombre, no puede ser que los medios de comunicación eludan esa responsabilidad de dar una información veraz, ese deber de no crear confusión y más dolor, con una pretendida patente de corso, por su omnímodo derecho a la libertad de expresión.

Más respeto por los derechos de los demás, a reciclarse tocan.

Todo sea dicho con el debido respeto.

Salut

Pensat i escrit per en Jaume Timoner.
Foto: Cactus - Gloria ( http://glorialima.aminus3.com/image/2008-08-01.html )