
Hoy he visto a Judith Torrea en un reportaje televisivo. Me ha impresionado su convicción, su rebeldía. Sirva este post de pequeño homenaje.
Judith Torrea tiene 37 años, es periodista, vive en el infierno, a cuya gente adora. Su casa está en Ciudad Juárez, allí escribe un blog en el que cuenta el incendio diario que produce la maldad humana para perturbar el porvenir y la vida de los inocentes.
Ella es de la Navarra apacible, y se asusta cuando anda entre los coches vociferantes de Madrid, en medio de las colas en las que la gente exagera sus dolencias o sus cabreos.
Viene, ya digo, del infierno, donde los narcos han hecho su ley, complicados con los que debieran estar obligados a cumplir las otras leyes. Y en esa atmósfera en la que todo está bajo sospecha halla más humildad, más sosiego, más gente capaz de entender o de escuchar al otro que en este territorio en el que casi todas las cosas parecen urgentes y en seguida innecesarias.
El retrato de aquella atmósfera en la que ella vive es su pasión profesional, y humana, y por hacerlo ha ganado el premio de periodismo que instituye este periódico desde hace veintisiete años. Anoche se lo entregaron. Allí estaba su madre feliz, su hermana, muchos amigos suyos, y ella estaba, subida a sus tres centímetros de tacón que le hacen parece una gigante de más de 1,90, paseando su ingenuidad de hierro, su vocación imparable, atrayendo sobre sí los ojos extrañados de quienes piensan que ya este es un oficio de burócratas. Ella lo desmiente con el resplandor de una vocación que va en sus ojos, y en sus lágrimas, como un torrente de afecto por la vida.
Que haya más como ella sería una bendición para este trabajo en el que a veces la sombra es la luz y viceversa.
http://blogs.elpais.com/juan_cruz/2010/05/judith-torrea-una-vocaci%C3%B3n.html
(...)
¿Se siente segura en Ciudad Juárez… ha tenido miedo?
- Judith Torrea: No tengo miedo, sino no estaría viviendo en Ciudad Juárez, pero sí reconozco el peligro. A lo único que tengo miedo en la vida es a no hacer lo que siento que debo de hacer. Tomo mis precauciones, aunque sabes que si te quieren matar, te matarán y no pasará nada. Este peligro aumenta si eres periodista y no te vendes ni a los narcos ni a las autoridades. Soy periodista para intentar devolver la voz a quienes se les arrebata. No sé si mis reportes servirán para algo, para reflexionar sobre esta llamada guerra contra el narcotráfico, sólo sé que no puedo hacer otra cosa, más que contar lo que veo aquí.
Pensat i escrit per en Jaume Timoner.
Foto: Nacionred
1 comentario:
Admirable su trabajo y su vocación.
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