Concurrida (por gente del lugar) en julio y agosto, desértica el resto del año.
Septiembre es un mes genial, posiblemente el mejor.
2 ó 3 personas a lo sumo, aguas cristalinas, manto de alga en las rocas que asemeja el descanso en la toalla al que intuimos en una nube blanca mullida, de "vicio" vaya ......
Mañana semi nublada, agua "al dente", apoteósico silencio (es indescriptible la sensación de libertad que procura el no disponer de teléfono o la posibilidad de arrinconarlo siquiera sea temporalmente).
Cientos de gaviotas dibujando en el cielo con sus inverosímiles vuelos.
Las barcas y veleros han ido abandonando los mares que nos rodean. Algunos de ellos - los más privilegiados - surcan aún, tranquilamente, por dónde hace apenas unas semanas existía overbooking.
Un velero azul llama mi atención, precioso.
Una playa escueta, cerca de casa, a pocos kilómetros de Palma, con aguas turquesa, limpias, sin aglomeraciones, sin ruido, sin motos acuáticas ......
Con inusitada frecuencia tenemos a mano aquello que colma nuestras necesidades, nos procura bocanadas de refrescante libertad, .... sin saberlo ver.
Seguiremos disfrutando de este privilegio hasta el otoño que, agazapado, espera su oportunidad para mostrarnos otros ámbitos de libertad.
Cada cosa en su tiempo.
Hay que sorber intensamente cada instante.
Salut y buen domingo
Pensat y escrit per Jaume Timoner
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