May Jané, sillera
Tengo 30 años. Nací y vivo en Barcelona.
Soy ´sillera´: ¡hago sillas!
Soy ´single lady´: ¡supersoltera y contentísima!
Soy más bien de derechas. Creo en Dios, soy católica.
Tengo un gran sueño: compartir un baile con Shakira.
Quiero dignificar y visibilizar a la humilde silla
¿Qué es una silla?
Un objeto ideado por una persona para dar asiento práctico y cómodo a otra. Yo me dedico a ese objeto: hago sillas.
¿Desde cuándo?
Siendo niña, fui conejillo de Indias de las sillitas para bebé en el automóvil, de la empresa de mi tío, Play. Y mi padre, Carlos Jané, hacía cunas..., pero en 1975 hubo un bajón de natalidad: las cunas ya no tenían salida... y se pasó a las sillas.
¿Sillas normales?
Sí, sin mucho diseño: o rústicas o Luis XIV. Pero mi padre viajó para fijarse en diseños interesantes, como los escandinavos...
¿Renovó el diseño de sillas?
Con Óscar Tusquets crearon la silla Gaulino en 1986, un revulsivo: la recuerdo mucho, le tengo cariño, es una espléndida silla...
¿Qué cualidades debe reunir una silla para ser espléndida?
Ser cómoda, cálida, resistente, estable... e industrializable, serializable. Total: no hay nada peor que una silla fría e incómoda.
No creo que las primeras sillas fuesen muy confortables...
He visto sillas mayas y egipcias en museos de antropología, ¡y son exquisitas y agradables! No prestamos atención a la humilde silla, presente siempre en nuestra civilización. En la silla se asienta nuestra cultura.
¿No exagera?
"La silla es el artilugio que nos separa de la tierra para recrear miles de años de civilización con un gesto que parece natural... pero que no lo es: lo natural es sentarse en el suelo. ¡El resto es pura cultura!", explica Marcel Benedito. Me gusta pensar así.
¿Somos una cultura sedente?
Cuando los más extremistas comunistas soviéticos quisieron destruir la institución de la familia..., ¡plantearon prohibir mesas y sillas! Son los muebles que facilitan la reunión familiar: las sillas favorecen la cohesión del grupo humano que dialoga, que comparte, que convive.
Quizá en Occidente, menos en Oriente.
Es verdad que nuestra cultura, la cultura occidental, se sienta en silla. No por casualidad nuestras democracias precisan justamente de una serie de sillas ordenadas en forma de hemiciclo: ¡un parlamento!
Bien visto.
Los objetos más importantes suelen ser los más humildes, los objetos que apenas valoramos. Como las sillas. ¡Qué injusto! Por eso lucho para dar visibilidad y dignidad a la silla, para ennoblecerla como merece.
¿Cómo?
Encargo a diversos artistas que personalicen nuestras sillas. Y las expongo. Quiero dar visibilidad a la silla mediante el arte.
¿Hay alguna silla de la antigüedad que le llame la atención?
Los tronos. Los hubo muy suntuosos y sofisticados. Los romanos se reclinaban para comer y charlar..., ¡pero un trono es un trono! El de Cleopatra, el de Alejandro Magno... Si los poderosos lucieron tronos, los del pueblo quisieron sillas. Y hasta hoy.
¿De qué materiales las ha hecho?
De maderas diversas (la madera de haya es hoy la más usual), de acero cromado, polietileno, espumas, conchas...
¿Qué otra silla le gusta?
La Greystoke, de Alfredo Arribas. O la Thonet, silla clásica: de niña mi padre me regaló un libro sobre la vida del señor Thonet, el primero en Europa que hizo sillas de madera curvada, que hemos visto en tantos cafés de Europa... Me deslumbró la historia.
¿Cuál es su silla favorita?
De las nuestras, la Surprise!: me emociona por su alma simple, de dibujo animado, que retrotrae a la infancia, que es inocente y a la vez sofisticada, con ese cojín... ¡Es la silla más cómoda del mundo! Con ella hemos hecho una aportación a la historia de la silla.
Se entusiasma...
En mi familia llevamos cuarenta años haciendo sillas. Por eso lamento comprobar que en algunos locales y restaurantes no valoran lo importante que es la elección de las sillas para crear una atmósfera atractiva, confortable, estética...
Más importante será comer bien...
¿Seguro? A menudo elegimos un local porque nos sentimos a gusto, y a eso colaboran las sillas... ¡Lo más humilde e inadvertido es siempre lo más importante!
¿Por qué silla se ha pagado más dinero?
Por un par de sillas Bambi, diseñadas por Borek Sipek, se ha pujado hasta los 16.000 dólares en una subasta de Christie´s.
¿A quién querría regalarle una silla?
A una mujer mayor de tantas que han trabajado toda su vida con humildad y amor.
Reláteme algún momento de íntima felicidad relacionado con una silla.
Yo me siento en una vieja silla de casa ante una ventana desde la que veo el Tibidabo iluminado, de noche, con un vaso de leche con cacao en la mano... Y pienso, reflexiono, y puedo estar triste, llorar..., pero tranquila y feliz, porque ahí sentada le encuentro sentido a lo que siento.
¿Qué modelo de silla es esa?
Confidente Adagio.
Muy apropiada.
Sí, ja, ja... Está bien que la silla sea cómoda, pero no como un sofá, que es ya para derrumbarte y quedarte dormida...
¿Hay alguna silla con instinto sexual?
Tengo la silla Nuit, muy misteriosa, roja, sensual, apasionada... Pero cualquier silla puede servir para quien quiera regalarle un striptease a su pareja...
Un objeto ideado por una persona para dar asiento práctico y cómodo a otra. Yo me dedico a ese objeto: hago sillas.
¿Desde cuándo?
Siendo niña, fui conejillo de Indias de las sillitas para bebé en el automóvil, de la empresa de mi tío, Play. Y mi padre, Carlos Jané, hacía cunas..., pero en 1975 hubo un bajón de natalidad: las cunas ya no tenían salida... y se pasó a las sillas.
¿Sillas normales?
Sí, sin mucho diseño: o rústicas o Luis XIV. Pero mi padre viajó para fijarse en diseños interesantes, como los escandinavos...
¿Renovó el diseño de sillas?
Con Óscar Tusquets crearon la silla Gaulino en 1986, un revulsivo: la recuerdo mucho, le tengo cariño, es una espléndida silla...
¿Qué cualidades debe reunir una silla para ser espléndida?
Ser cómoda, cálida, resistente, estable... e industrializable, serializable. Total: no hay nada peor que una silla fría e incómoda.
No creo que las primeras sillas fuesen muy confortables...
He visto sillas mayas y egipcias en museos de antropología, ¡y son exquisitas y agradables! No prestamos atención a la humilde silla, presente siempre en nuestra civilización. En la silla se asienta nuestra cultura.
¿No exagera?
"La silla es el artilugio que nos separa de la tierra para recrear miles de años de civilización con un gesto que parece natural... pero que no lo es: lo natural es sentarse en el suelo. ¡El resto es pura cultura!", explica Marcel Benedito. Me gusta pensar así.
¿Somos una cultura sedente?
Cuando los más extremistas comunistas soviéticos quisieron destruir la institución de la familia..., ¡plantearon prohibir mesas y sillas! Son los muebles que facilitan la reunión familiar: las sillas favorecen la cohesión del grupo humano que dialoga, que comparte, que convive.
Quizá en Occidente, menos en Oriente.
Es verdad que nuestra cultura, la cultura occidental, se sienta en silla. No por casualidad nuestras democracias precisan justamente de una serie de sillas ordenadas en forma de hemiciclo: ¡un parlamento!
Bien visto.
Los objetos más importantes suelen ser los más humildes, los objetos que apenas valoramos. Como las sillas. ¡Qué injusto! Por eso lucho para dar visibilidad y dignidad a la silla, para ennoblecerla como merece.
¿Cómo?
Encargo a diversos artistas que personalicen nuestras sillas. Y las expongo. Quiero dar visibilidad a la silla mediante el arte.
¿Hay alguna silla de la antigüedad que le llame la atención?
Los tronos. Los hubo muy suntuosos y sofisticados. Los romanos se reclinaban para comer y charlar..., ¡pero un trono es un trono! El de Cleopatra, el de Alejandro Magno... Si los poderosos lucieron tronos, los del pueblo quisieron sillas. Y hasta hoy.
¿De qué materiales las ha hecho?
De maderas diversas (la madera de haya es hoy la más usual), de acero cromado, polietileno, espumas, conchas...
¿Qué otra silla le gusta?
La Greystoke, de Alfredo Arribas. O la Thonet, silla clásica: de niña mi padre me regaló un libro sobre la vida del señor Thonet, el primero en Europa que hizo sillas de madera curvada, que hemos visto en tantos cafés de Europa... Me deslumbró la historia.
¿Cuál es su silla favorita?
De las nuestras, la Surprise!: me emociona por su alma simple, de dibujo animado, que retrotrae a la infancia, que es inocente y a la vez sofisticada, con ese cojín... ¡Es la silla más cómoda del mundo! Con ella hemos hecho una aportación a la historia de la silla.
Se entusiasma...
En mi familia llevamos cuarenta años haciendo sillas. Por eso lamento comprobar que en algunos locales y restaurantes no valoran lo importante que es la elección de las sillas para crear una atmósfera atractiva, confortable, estética...
Más importante será comer bien...
¿Seguro? A menudo elegimos un local porque nos sentimos a gusto, y a eso colaboran las sillas... ¡Lo más humilde e inadvertido es siempre lo más importante!
¿Por qué silla se ha pagado más dinero?
Por un par de sillas Bambi, diseñadas por Borek Sipek, se ha pujado hasta los 16.000 dólares en una subasta de Christie´s.
¿A quién querría regalarle una silla?
A una mujer mayor de tantas que han trabajado toda su vida con humildad y amor.
Reláteme algún momento de íntima felicidad relacionado con una silla.
Yo me siento en una vieja silla de casa ante una ventana desde la que veo el Tibidabo iluminado, de noche, con un vaso de leche con cacao en la mano... Y pienso, reflexiono, y puedo estar triste, llorar..., pero tranquila y feliz, porque ahí sentada le encuentro sentido a lo que siento.
¿Qué modelo de silla es esa?
Confidente Adagio.
Muy apropiada.
Sí, ja, ja... Está bien que la silla sea cómoda, pero no como un sofá, que es ya para derrumbarte y quedarte dormida...
¿Hay alguna silla con instinto sexual?
Tengo la silla Nuit, muy misteriosa, roja, sensual, apasionada... Pero cualquier silla puede servir para quien quiera regalarle un striptease a su pareja...
"La cultura occidental se sienta en silla"
Sentarse con arte
Es la primera persona que conozco que se declara "sillera": hace sillas. Habla de sillas con la pasión con que habla cualquier artista de su obra. Su tío abuelo cerrajero empezó a fabricar cochecitos de bebé y luego siguieron sillitas para niños en el automóvil, mientras su padre se volcó en fabricar sillas... Ella es ahora capaz de emocionarse ante una humilde silla, e invita a quien quiera a su fábrica para pintarlas (www. concepta. es). Ha encargado customizar veinte de sus sillas Surprise! (una en la foto) a artistas diversos (dEmo, Vasava, ÁngelSchlesser, Alara Aguilar y Andrés Sardá), que se expondrán el 2 de diciembre en el Shopping Night en el paseo de Gràcia, y en En Linea Barcelona.
http://www.lavanguardia.es/
"La contra"
http://www.lavanguardia.es/
"La contra"
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