Cierto olor a podrido.

http://www.lavanguardia.com/internacional/20110812/54199428872/una-epidemia-de-colera-se-suma-a-la-hambruna-en-la-crisis-de-somalia.html#.TkrK5wr-gnQ.facebook

Foto: La Vanguardia


Al hilo de los acontecimientos de esta semana en Madrid, con la llegada del Papa, me hago eco nuevamente de las noticias que nos llegan de Somalia.

Creo en Dios, pero no creo en la Iglesia, en esta Iglesia de la opulencia. Si creo en la Iglesia de las pequeñas cosas, de los grandes milagros (curas, misioneros, ....., que hacen su apostalodado desde el anonimato).

Realmente lo único importante es quién paga los fastos de la venida del Papa ¿?

Triste, muy triste.

Lo esencial no es sólo quién paga, por favor.

Lo esencial es que se van a gastar miles de euros en un reality show mientras miles de niños siguen muriéndose de hambre.

Claro que es importante la juventud, es también esencial.

Si realmente queremos que el mundo cambie, debemos hacerlo desde los valores, creando un nuevo caldo de cultivo en el que crezca la juventud ......

Me gustaría ver al Papa desprenderse de todos sus abalorios, joyas, protocolo ..... acudiendo a Somalia, Sudán, ..... o cualquier lugar del planeta en que la miseria, el hambre, las enfermedades, campan a sus anchas ante nuestra pasividad.

Me gustaría oir al Papa difundir el mensaje evangélico mientras práctica con el ejemplo.

Pongo como ejemplo la siguiente cita es tomada del Evangelio según San Mateo y es una de las más dicientes enseñanzas de Jesús, pues contiene infinidad de temas en un pequeño extracto. Dice así:

"Nadie puede servir a dos señores; porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se entregará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al Dinero.
Por eso os digo: No andéis preocupados por vuestra vida, qué comeréis, ni por vuestro cuerpo, con qué os vestiréis.
¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo: no siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta.
¿No valéis vosotros más que ellas? Por lo demás, ¿quién de vosotros puede, por más que se preocupe, añadir un solo codo a la medida de su vida? Y del vestido, ¿por qué preocuparos? Observad los lirios del campo, cómo crecen; no se fatigan, ni hilan.
Pero yo os digo que ni Salomón, en toda su gloria, se vistió como uno de ellos. Pues si a la hierba del campo, que hoy es y mañana se echa al horno, Dios así la viste, ¿no lo hará mucho más con vosotros, hombres de poca fe?
No andéis, pues, preocupados diciendo: ¿Qué vamos a comer?, ¿qué vamos a beber?, ¿con qué vamos a vestirnos?
Que por todas esas cosas se afanan los gentiles; pues ya sabe vuestro Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso. Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura.
Así que no os preocupéis del mañana: el mañana se preocupará de sí mismo. Cada día tiene bastante con su propio mal".

¿Qué se puede inferir de este texto? ¿Que nos debemos dejar morir de hambre para servir a Dios? ¿Que no debemos hacerle caso a nuestros jefes? ¿Que debemos comer flores? No. Jesús nos trae uno de los mensajes más bellos del evangelio y uno de los más necesarios para estos días de globalización que estamos viviendo, donde el tiempo nunca alcanza, el dinero prima y las cosas materiales son prioridad.

Pero mucho me temo que seguiremos viendo la incoherencia en nuestra Iglesia, tanto como la veremos en todos cuantos acuden a misa de guardar con aparente santidad mientras en el día a día se cargan todos y cada uno de los principios que Jesús nos transmitió.

Cómo decía José Luis Martín Vigil en uno de sus mejores libros ..... "Cierto olor a podrido".

Feliz día.